Las obligaciones de los propietarios de mascotas en la Comunidad
Tener una mascota y vivir en una comunidad de vecinos obliga a respetar una serie de normas para facilitar la convivencia. Los animales son seres fantásticos pero no tienen por qué gustar a todo el mundo.
Compartir la vida con una mascota es un acto de responsabilidad, debiendo mantenerlo en buenas condiciones higiénico-sanitarias, procurándole instalaciones adecuadas para su cobijo, proporcionándole alimentación y bebida, prestándose asistencia veterinaria y dándole la oportunidad de hacer ejercicio físico y atendiéndole de acuerdo con sus necesidades fisiológicas y etológicas en función de su especie y raza.
¿Pueden prohibirme vivir con mi mascota en la Comunidad?

Con carácter general, las Comunidades de Propietarios no pueden prohibir la tenencia de mascotas, si bien, los propietarios de las mismas deben cumplir con una serie de obligaciones establecidas a fin de asegurar la correcta convivencia entre las personas y las mascotas, no debiendo producirse situaciones molestias o peligrosas para los vecinos o para otras personas en general o para el mismo animal que no sean las derivadas de su misma naturaleza. Algunas de dichas obligaciones son:
- Evitar que el animal en cuestión ladre mucho, tanto en presencia de los dueños como especialmente durante su ausencia.
- Limpiar las zonas comunes si es que los animales hacen sus necesidades aunque trates de evitarlo.
- Salvo en las zonas en las que de forma expresa esté autorizado, se deberá evitar que el animal transite suelto, deberá ser conducido por persona capaz, idónea, sujeto con cadena, correa o cordón resistente y con el correspondiente collar con la medalla o dispositivo de control establecido y llevará bozal cuando la peligrosidad del animal o las circunstancias sanitarias así lo aconsejen.
- Evitar que los animales se acerquen a otros propietarios, prestando especial atención a la interacción con niños o con personas con problemas alérgenos, los cuales según estudios afectan aproximadamente al 10% de la población.
- Hay que respetar en todo momento las normas aprobadas por la junta de propietarios respecto a la convivencia con animales que pueden incluir normas aún más restrictiva
A parte de las obligaciones mencionadas, las Comunidades de Propietarios podrán establecer normas dentro de los estatutos que regulen el comportamiento de los animales.
Recomendamos consultar las normas establecidas dentro de los Estatutos de la Comunidad y la Ordenanza Municipal correspondiente para conocer las limitaciones existentes y aplicables en esta materia.
En el caso de viviendas alquiladas, además de lo anterior será necesario consultar el contrato de arrendamiento (alquiler), dado que este si podrá contener en su clausulado, limitaciones o prohibiciones en materia de tenencia de mascotas.

El problema de los ladridos
Uno de los problemas frecuentes en el ámbito de las mascotas es el de los ladridos. Poco se puede hacer para evitar que el animal ladre en ausencia de sus dueños. Sin embargo, legalmente estas amparado en el caso de que el nivel de los ladridos supere los niveles de contaminación acústica permitidos en las ordenanzas municipales. En tal caso podrás contactar con la policía para que registre el sonido y tome las medidas oportunas.
Abandono o no cuidado de las mascotas.
Los propietarios de animales que no deseen continuar tendiéndolos tendrán que entregarlos a los Servicios Municipales encargados de su recogida o a una Sociedad Protectora de Animales. En caso de observar situaciones de abandono o no cuidado adecuado de las mascotas, se deberá contactar con la policía, autoridad competente municipal o Seprona de la Guardia Civil, a fin de que tomen las medidas oportunas al respecto.
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